Este escritorio de sheesham macizo ANDERSEN de líneas sobrias y depuradas te ofrece una bonita superficie para trabajar. Para ayudarte con el almacenaje, este escritorio te ofrece dos cajones y un nicho central: lo esencial, de la manera más sencilla. Detalle decorativo: ¡sus patas oblicuas son un bello homenaje al diseño de los años 60 ! Nuestro consejo: acompáñalo de la silla rosa MAURICETTE para aportarle vitalidad.